Tengo un recuerdo de la niñez que siempre logra dibujarme una sonrisa y me saca un suspiro: Que llegara el fin de curso y estuviéramos todos ansiosos por participar en la actuación que daría paso al verano. Uso cuantos años después al equipo de LA ISLA le pasa algo parecido, pero cada vez que se aproxima uno de sus conciertos.
Con la llegada de diciembre, por ejemplo, todos sabemos que queda menos para una de la tarde más emocionante del curso. El concierto navideño de alumnos y profesores es posiblemente la reunión más entrañable para esta gran familia que vamos construyendo a diario. No obstante, en nuestro centro las actuaciones en directo son una parte más del método pedagógico por eso este concierto no es el único. Siempre se llevan a cabo varios espectáculos durante el curso. En nuestro ideario está que todos nuestros alumnos disfruten a lo largo del curso de lo que supone ponerse delante del público. Es una parte más de la formación.
Pero, ¿cómo se guisa tanta música? ¿Cuál es la receta para preparar un concierto con toda la familia de LA ISLA? Veamos.
Tras tener concedida la fecha del gran evento hay que pensar en cómo vamos a dar forma al show. La dirección tiene que tomar cartas sobre el asunto y hablar uno por uno con todos los profesores para ir determinando quién actúa, qué toca cada cual o en qué orden se suben a las tablas del Auditorio del Centro Culturas Isabel de Farnesio, por ejemplo. Este paso no es nada banal y es el germen de todos sus buenos caldos.
Es muy importante prepararse después en cada una de las clases para poder disfrutar más adelante con la interpretación, echarle un poco de ganas y sal. Eso sí, en nuestro centro sabemos, tras probar mucho, que el ingrediente más importante, el más mágico de este momento no es que nadie deslumbre (aunque muchos lo hacen tan bien que lo logran), sino que se pongan en común y se presenten todos aquellos aspectos que han ido viendo a lo largo de los primeros meses de curso y, también para muchos, durante los años previos que han estado formando parte del centro.
Y, día a día, semana a semana, al final siempre llega la esperada jornada. Este año todos estábamos listos para poner toda la carne en el asador el pasado 17 de diciembre. Desde primera hora de la tarde las pruebas de sonido se fueron sucediendo tanto en el auditorio de Farnesio como en las instalaciones de la escuela. Nada se deja a la improvisación. Hay que trabajar duro para tener buenos resultados.
Aunque os pueda parecer una locura tenerlo todo organizado sobre las tablas nosotros logramos que no lo sea tanto. Los grandes y pequeños protagonistas desfilaban de un sitio a otro siempre vigilados por nuestros ojos. Todos nos conocemos. Todos sabemos a quién recurrir en cada momento.
Y qué decir de qué nos ofrecen todos los protagonistas. Sin duda, uno de los momentos más tiernos es cuando los más pequeños de LA ISLA se suben a las tablas y nos quedamos con la boca abierta. Tiene tanto sabor lo que hacen que casi nos dejan llenos tan sólo con su interpretación.
Para rememorar siempre están los minutos en los que sube la temperatura con los Combos y sus versiones de temas que solemos conocer y corear o cuando el Coro de Soul y Gospel de la escuela interpreta alguno de sus espirituales, esos que nos saben como un rico café caliente.
Qué emocionante ver también cómo lograr sacar bellas melodías los alumnos de cuerda, cómo se nos van los pies al ritmo que marcan los percusionistas, cómo imaginamos tocar las teclas de un piano o los trastes de una guitarra cuando ellos son los intérpretes. Y finalmente, el aplauso. ¡Qué gran recompensa! ¡Cómo de bien nos sentimos con tan sencillo reconocimiento todos los integrantes del equipo de LA ISLA!
En breve, volveremos a sentir esa adrenalina, esa ilusión, esas ganas de pasar un rato en familia. El próximo 27 de febrero tenemos una nueva cita para degustar el mejor de los caldos: Aquel que se cocina a fuego lento con mucho cariño y luego se disfruta con toda la familia.
Tatiana González
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