Los peligros de dejar incompleta la educación musical para tocar un instrumento

La educación musical, bueno, en realidad la educación en general, es un proceso a medio-largo plazo. La educación de un niño comienza desde el momento en que nace y como sabemos la Música es un acompañamiento maravillosos durante estos primeros momentos de vida.

Por eso, cuando llega el momento perfecto para empezar a tocar un instrumento, en torno a los siete u ocho años, es posible que un niño lleve ya bastantes años de educación musical. Puede que a las familias les parezca mucho tiempo, pero en realidad esos años no son más que el comienzo, la base para crear unos cimientos sólidos, una educación en profundidad que se va concretando y ampliando en los siguientes años de formación.

Si nos paramos a pensar sobre ello, nos daremos cuenta de que con esa edad, en realidad, el niño es todavía muy pequeño. Está en pleno proceso de consolidación de sus habilidades motrices, intelectuales, emocionales y sociales.

Con siete u ocho años, han acabado su primera infancia, pero todavía les queda mucha niñez de experiencias y aprendizajes.Si lo comparamos con la enseñanza general, están empezando a tener soltura en la lectura, en la escritura, comienzan con el pensamiento abstracto y empiezan a ser mucho más solventes en su motricidad y control corporal, pero a nadie se le ocurriría en ese momento dejar de ofrecerles una educación completa que siga desarrollando todos esos campos y consolidando y aumentando aprendizajes.

En la Música ocurre igual. Los niños de esa edad, llevan varios años aprendiendo. En LA ISLA, Música y Arte lo hacen de una forma práctica, orgánica, ligada a su crecimiento y muy práctica. Tienen muchos conocimientos adquiridos que forman parte natural de ellos, porque los han aprendido a la vez que crecían y de una manera muy integrada con su desarrollo, pero apenas empiezan a poder relacionar esos conocimientos, a entender lo que significa el lenguaje musical, a poder leer con fluidez una partitura o entender una forma musical.

En ese momento todos los niños desean aprender un instrumento, eso es un indicador del éxito de la educación musical, que una de las cosas que persigue es generar curiosidad y ganas de aprender cada vez más. Los instrumentos son llamativos, resultones… en definitiva maravillosos para los niños que crecen rodeados por la Música.

Pero nosotros como adultos tenemos que entender todo lo que comenzar a tocar un instrumento conlleva.

Tocar un instrumento es desarrollar una técnica compleja, en la que entran en juego muchos factores:

Requiere un desarrollo psicomotor elevado y un control motriz que se consigue a base de práctica y repetición.
Requiere un entendimiento intelectual del lenguaje de la Música que les permita ser solventes en la lectura y su aplicación práctica en el instrumento.
Requiere una madurez emocional y personal que les ayude a persistir en el camino, a no rendirse, a ser pacientes, a practicar, a querer mejorar.
Para conseguir todas estas cosas, que son muchas hablando de niños de siete u ocho años. Necesitamos varios factores que potencian el éxito del proceso:

Motivación
Una educación musical completa.
Apoyo familiar.
Vamos a analizar estos factores.

MOTIVACIÓN.

Uno de los principales disparadores de la motivación de los niños es la NOVEDAD. Lo nuevo les fascina, lo que está por descubrir con sus múltiples posibilidades, lo que les representa un reto, lo que ven hacer a los mayores. La novedad es un elemento que debe estar siempre presente en la educación para generar una respuesta positiva al aprendizaje. Pero nosotros como educadores sabemos, que la novedad, pronto deja de serlo. Por lo que es un factor importante, pero debemos tener en cuenta otros disparadores de la motivación por encima de éste.

Otro disparador de la motivación son los RESULTADOS, cuando vemos que lo que hacemos tiene resultado nos anima a seguir. Es una recompensa enorme que hace que el aprendizaje tenga sentido. Una de las dificultades de la enseñanza es hacer ver a los alumnos, y muchas veces a las familias que los resultados se producen en muchos ámbitos y que a veces los menos llamativos son los más beneficiosos.

En el caso de empezar a tocar un instrumento, los niños son felices por la novedad, además en las primeras clases, los resultados son muy evidentes. Con el sistema de enseñanza de LA ISLA, Música y Arte, los niños tocan el instrumento desde su primera clase. De no tocar nada, a sacar sus primeros sonidos y canciones es un resultado muy llamativo y emocionante.

Pero con el paso de las semanas, ese avance no es tan claro, se van produciendo pequeños cambios, pequeñas mejoras, que a veces el alumno o los padres no son capaces de ver y valorar y sienten que se estancan. En ese punto la novedad también a pasado, y los niños si son pequeños y no tienen un buen refuerzo de aprendizajes musicales y el apoyo de un grupo, sienten que les cuesta avanzar y se desaniman.

Aquí entran en juego otros factores de la motivación que son: la confianza en el sistema y el profesor, el grupo de niños con intereses similares, los compromisos para compartir lo que aprenden en clases abiertas o actuaciones.

Conseguir una educación musical exitosa depende de los siguientes factores.

UNA COMPLETA FORMACIÓN MUSICAL

Con la formación musical completa que se ofrece en las clases de los Aventureros Musicales (oído, voz, ritmo, movimiento, lecto-escritura, cultura musical, análisis…) el niño que ha comenzado de pequeño y que continúa en paralelo con el aprendizaje del instrumento, va más avanzado en los conocimiento teóricos que en la técnica del instrumentos. Así, cuando se plantea cualquier nueva situación musical en su instrumento, el niños ya tiene esos conocimientos y aplicarlos al tocar es más fácil y con resultados más rápidos.

Si ante cada nueva dificultad musical, la clase de instrumento se tiene que parar para explicarla y asimilarla, el aprendizaje se convierte en mucho más lento y costoso.

La clase de instrumento se debe poder aprovechar para aprender los principio técnicos y musicales propios del instrumento, no para enseñar lo que se debe aprender en Aventureros Musicales, para así poder avanzar más rápidos y con mayor calidad, consiguiendo mayor motivación y entusiasmo por  parte del alumno al ver mejores resultados.

APOYO DE LA FAMILIA

Está claro que la educación de nuestros hijos depende de nosotros, la familia. Es una apuesta por tratar de darles lo mejor, lo que encaja con nuestros valores y formas de pensar.

Es una carrera a largo plazo para tratar de que se conviertan en personas solventes, seguras, equilibradas, comprometidas, felices y que encuentren aquello en lo que se sientan bien.

Si apostamos por una educación musical es porque sabemos todo lo que les puede aportar, los beneficios son increíbles, pero también sabemos que es algo que nos implica a todos en la unidad familiar y que es a largo plazo.

Por eso, desde LA ISLA, Música y Arte siempre queremos ofreceros el apoyo y el asesoramiento necesario para persistir en la educación de vuestros hijos.

Todos estos factores nos llevan a destacar: 

LOS PELIGROS DE DEJAR LA FORMACIÓN MUSICAL INCOMPLETA PARA TOCAR UN INSTRUMENTO.

Dejar a nuestros hijos sin una educación musical completa, después del esfuerzo y los años de aprendizaje. 
Si a partir de los siete años se dedican solo a la técnica de un instrumento, nunca llegarán a entender y disfrutar de la Música en toda su dimensión.
 Retrasar y ralentizar su aprendizaje con el instrumento.
Ya que les faltan los conocimientos y destrezas necesarias para entender la Música. Esto conlleva además de un aprendizaje más lento, un riesgo de estancamiento o abandono.
Cerrarles la vía en un futuro para poder tocar cualquier otro instrumento o formar parte de una agrupación de nivel. 
Ya que solo han dedicado su tiempo de estudio musical a desarrollar una técnica específica de un instrumento, no a avanzar en el conocimiento y entendimiento del lenguaje musical.
Desvincularlos de su grupo de referencia en la educación musical.
Estar en contacto con niños con intereses comunes despierta el interés y la motivación y nos hace persistir en momentos duros. Los primeros momentos de aprendizaje instrumental se pueden hacer en grupo, pero pasada la etapa inicial, para obtener buenos resultados, las clases pasan a ser individuales, por lo que si se abandona el grupo de Aventureros musicales, se hace dura la soledad para el niño. Y se pierde la fuerza y motivación del grupo.

En la educación general, nadie abandonaría los estudios a los siete años para especializarse en cualquier materia técnica porque los niños ya empiezan a saber las letras y se defienden con sus primeras frases. Lo consideraríamos una locura y tendríamos claro que les estaría cerrando otras puertas y dejando la educación incompleta.

En la educación musical ocurre lo mismo; abandonar el grupo de Aventureros musicales para estudiar un instrumento conlleva todos estos perjuicios. Es cambiar algo técnico por la educación completa. Ya que en la familia se ha apostado por la educación musical, es fundamental darles una formación integral y completa que les permita sentirse músicos y les abra la puerta a cualquier contacto con la Música que quieran tener en el futuro. Además, les permite avanzar más en su instrumento y tener mejores resultados, lo que implicará mayor motivación  menos riesgo de abandono.

En LA ISLA, MÚSICA Y ARTE, entendemos todas las circunstancias personales y por ello no hacemos obligatorio cursar de forma paralela las clases en grupo de nuestro programa “La Isla de La Música” y el instrumento. Pero pese a no ser obligatorio para continuar con el estudio del instrumento, si que queremos poner de manifiesto los problemas que conlleva dejar estas clases, para que cada familia pueda tomar la decisión que considere oportuna sabiendo todos los datos y siendo consciente de los resultados que su hijo tendrá en el futuro.  

La educación musical es un aprendizaje continuo, para los alumnos y para las familias, por eso en LA ISLA siempre queremos que tengáis toda la información para conseguir la mejor educación musical.

Si tienes cualquier otra duda, o necesitas consejo para buscar la mejor alternativa educativa, no dudes en pedir una cita de asesoramiento.  

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